viernes, 29 de febrero de 2008

HABLAR POR HABLAR


ELUCUBRACIONES SOBRE LOS ARTICULISTAS

Por hablar de alguna cosa: ¿Os habéis preguntado en alguna ocasión, cuántas veces un articulista, un columnista de un diario pasará sus fatiguitas ante su hoja blanca, sin mácula de tinta alguna, y habiendo de entregarla ipso facto con algún tema de fuste para que su columna salga en la inminente edición? Porque eso no es un libro que puede aguardar a mañana para seguir creciendo y sufrir las correcciones pertinentes.¡No, amigos míos! No cabe duda de que, como generalmente los articulistas antes que eso son escritores, ya tienen muchos “puntos” a su favor para capear el compromiso diario. Pero no me cambiaría por ellos con sólo acordarme del día que hubimos de presentar un artículo para nuestra revista de clase, cuando faltaban cuarenta minutos para las 10 y mi folio y yo nos mirábamos de fit a fit, (él aireaba el capote y yo era el manso sin poder de embestida). Pero ¡cómo disfruté cuando el capote perdió su blancura por mor de mis torpes amagos!

No precisaba pasar tan mal/maravilloso rato para pensar sobre el estrés de los articulistas, porque, de hecho, ya lo había pensado muchas veces, unas porque me pongo fácilmente en la piel de los demás y otras ... porque la columna leída no mostraba signos de la elocuencia o del fondo que cabía esperar y a la que tal o cuál escritor me tenia acostumbrada.

Bueno será dejar aquí el tema. Otro rato ...más.
Soledad Cobas, del Grupo Aula Linux De la Fundación Marianao de Sant Boi de Llobregat.

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